Mad Men.

Mad Men es una galardonada serie de televisión creada por Matthew Weiner y centrada en el mundo de las agencias de publicidad.

Pero Mad Men no es solo una serie de televisión cautivadora, original, cuidada en cada detalle y con un reparto excepcional, sino que sobre todo supone un auténtico salto al pasado y más precisamente a la Nueva York de los años 60, los años del auge económico, del capitalismo y del nacimiento del consumismo. De hecho, Mad Men narra la vida laboral y privada de unos publicistas que trabajan para la agencia “Sterling Cooper”, ubicada en la famosa Avenida Madison. De fondo, los cambios sociales que se estaban produciendo en esos años en Estados Unidos, incluida la campaña presidencial que tuvo como protagonistas a John Kennedy y Richard Nixon.

Particularmente centrada en el personaje del director creativo Don Draper (pero no solo) Mad Men nos hace un verdadero retrato de la sociedad de la época: en particular, subraya las grandes diferencias entre el hombre y la mujer, entre la vida pública y la privada y entre la apariencia y la sustancia. Una era de grandes cambios y esperanzas, pero también de inmensa hipocresía, donde innumerables traiciones y oscuros secretos se esconden tras las sonrientes familias de postales. Una era invadida por el humo de cigarrillo y demasiados vasos de whisky, en la que las mujeres siguen siendo siempre y únicamente las esposas de, las amantes de o las secretarias de.

Mad Men es también un verdadero espectáculo en cuanto a la reconstrucción de los hechos de aquellos años, así como de los ambientes y vestimenta, estilo y peinados de los protagonistas. Nada se deja al azar: como una perfecta máquina del tiempo, esta serie de televisión es literalmente capaz de catapultar al espectador a los años 60.

Y quizás es precisamente este el secreto del éxito de Mad Men.  Sin darnos cuenta, episodio tras episodio, ya no somos capaz de prescindir de ese pequeño viaje. La “Sterling Cooper” se vuelve un poco como nuestro hogar. Fumar, beber, soñar, traicionar y más traicionar; de fondo Manhattan de Ella Fitzgerald. Porque a todos, de vez en cuando, nos gustaría estar un poco “locos”.

Luisa Scarlata