Las buenas compañías.

Las buenas compañías es una película dramática dirigida por Sílvia Munt y basada en hechos reales.

En Las buenas compañías - ambientada a finales de los 70 en el escenario del País Vasco - Bea (Alicia Falcó) es una chica de 16 años que colabora y lucha ardientemente con un grupo de mujeres para visibilizar la causa feminista y conseguir la aprobación del derecho al aborto. Los problemas familiares, la rebeldía que siente en la sangre y las ganas de cambiar el mundo se mezclan con el inesperado sentimiento que Bea empieza a sentir por Miren (Elena Tarrats), una chica un poco mayor que ella y de buena familia que, sin embargo, necesitará precisamente su ayuda y el de sus valientes compañeras…

Las buenas compañías es una película emocionante y conmovedora. Una historia preciosa y necesaria que, desde el primer minuto, transporta al espectador no solo a lo largo de los años, sino sobre todo en la atmósfera y el espíritu en el que transcurren los hechos.

Los temas principales de esta hermosa película de Silvia Munt son, sin duda, el coraje, y la lucha. El coraje de luchar por uno mismo y por los demás; para una y para todas las mujeres.

Alicia Falcó (in primis), Itziar Ituño y Elena Tarrats, llevan el peso de la historia con una intensidad sorprendente. Magnífica. Una intensidad que hace de la película de Sílvia Munt no solamente un importantísimo testimonio, sino una pequeña joya.

Las buenas compañías es en definitiva un espléndido homenaje a las mujeres de aquella época: libres, fuertes y valientes, a las que mucho debemos las mujeres de hoy.

Muy acertado recordarlo. Especialmente así.

Luisa Scarlata