House of Gucci.

House of Gucci nos abre las puertas a la vida personal de la célebre familia italiana Gucci.

Ridley Scott se basa en el best-seller “The House of Gucci: A Sensational Story of Murder, Madness, Glamour, and Greed” para crear una trama dramática tan sórdida como real. En esta acompañaremos a los personajes durante las decisiones que marcaron la firma de alta costura así como el futuro de la moda, mientras somos espectadores paralelamente de los conflictos familiares.

Lady Gaga vuelve a deslumbrar en la gran pantalla, esta vez interpretando a la mujer que cambió el rumbo de Gucci para siempre. Este papelón no hubiera sido posible sin el fantástico vestuario compuesto por prendas vintage de la firma y por los potentes looks de los setentas que se reflejan en la nominación al Óscar por mejor maquillaje. Mauricio Gucci (Adam Driver) no se queda corto e impacta con sus más escasos pero igual de emblemáticos diálogos.

A una trama tan intensa que casi parece ficticia no le falta absolutamente nada. Ridley Scott acierta, alejando el rumbo del tópico de la firma de moda para centrarlo en los conflictos interpersonales de sus creadores y descendientes. La cámara se demorará en los modelos de época y las piezas de vestuario más osadas, pero esto apenas suma grandiosidad a la película. 

El crimen y el linaje se entrelazan en un drama inédito, situando sin duda a House of Gucci en el podio de las obras biográficas más entretenidas.

Julieta Rueff