Septiembre 5.

Septiembre 5 (September 5) es una película de drama histórico coescrita y dirigida por Tim Fehlbaum y protagonizada por Peter Sarsgaard, John Magaro, Ben Chaplin y Leonie Benesch.

Septiembre 5 presenta el fatídico momento que cambió para siempre la cobertura de noticias en los medios de comunicación y que no ha dejado de influir en el tratamiento que se da a las noticias de actualidad. Ambientada en los Juegos Olímpicos de Munich de 1972, la película narra las peripecias de un equipo de retransmisión deportiva estadounidense que hace rápidamente la transición de la información deportiva a la cobertura en directo del secuestro de los atletas israelíes.

En concreto, la historia de Septiembre 5 gira alrededor de Geoff (John Magaro), un joven y ambicioso productor que se esfuerza por demostrar su valía a su jefe, el legendario ejecutivo de televisión Roone Arledge (Peter Sarsgaard). Junto con la intérprete alemana Marianne (Leonie Benesch) y su mentor Marvin Bader (Ben Chaplin), Geoff toma inesperadamente los mandos de la cobertura en directo. Ante el cambio de temática y narrativa, con plazos que se agotan, rumores contradictorios difundidos por doquier y la vida de los rehenes pendiendo de un hilo, Geoff se enfrenta a decisiones difíciles y sus propios conflictos éticos.

Septiembre 5 tiene, ante todo, el mérito de volver a arrojar luz sobre un terrible y trágico acto terrorista que quizá no todos conocían, o al menos no con tanta profundidad.

Pero la notable película de Fehlbaum es algo más, porque no busca mostrarnos directamente las acciones de los terroristas o el sufrimiento de los atletas secuestrados, sino narrarnos los bastidores, impregnados de decisiones técnicas y dilemas morales, de quienes contaron por primera vez en directo esos acontecimientos, es decir, la prensa. En particular, el equipo periodístico deportivo de la cadena estadounidense ABC, que se encontró enfrentando y manejando una situación completamente inesperada y, desde un punto de vista objectivo, fuera de su alcance.

Septiembre 5 no es un documental, pero su realismo es impresionante y, precisamente por eso, increíblemente envolvente. Durante 90 minutos, el espectador se siente completamente parte de esta redacción deportiva atrapada entre mil dudas y dificultades, agotada por la cobertura ininterrumpida de los Juegos Olímpicos al principio, y luego desbordada y conmocionada por los imprevisibles acontecimientos posteriores. Una redacción que aun así, decide afrontarlos, a pesar de que son impactantes, totalmente ajenos al deporte y fuente de innumerables decisiones críticas, tanto en el plano práctico como en el moral.

El resultado equivale a la sensación de estar sentado frente a un sólido thriller, lleno de suspenso en tiempo real y sabiendo que todo lo narrado ocurrió realmente.

Con estas cartas sobre la mesa, apasionarse es fácil. Aburrirse, imposible.

Luisa Scarlata